Ella,
se
encuentra atrapada,
entre
las redes de quien la maltrata;
escondida
en su miedo,
se
mantiene callada;
siendo
la esclava de su silencio,
mientras
él la ataca.
Ella,
sigue
durmiendo con su enemigo;
mientras
su cuerpo,
continua
herido;
aún
así,
lo
que más le duele,
son
aquellos insultos y amenazas,
que
otro día él le ha dicho.
“¿Por
qué cambio?”,
se
pregunta ella por dentro;
mientras
las lagrimas reflejan,
todo
su sufrimiento;
se
siente culpable,
por
ser la victima,
en
este juego;
no
sabe cuanto aguantara,
ni
como afrontarlo,
para
volver a empezar de nuevo.
Él,
controla
su ropa,
y
la humilla a la vez;
siente
celos de quien la mira,
le
aísla de todo su entorno,
y
de su forma de ser;
le
amenaza,
poniendo
por medio a sus hijos,
aunque
ellos sufran al ver;
las
continuas humillaciones,
que
ella sufre por él.
Tiene
temor a denunciarlo,
por
las represalias;
sabe
que la obsesión de él,
sería
capaz de quitarle su vida;
intenta
cubrir con maquillaje,
sus
propias heridas;
se
mira al espejo,
y
respirando hondo,
asume
otro nuevo día;
mientras
su agresor,
le
hace ser la criada,
que
él tanto quería;
olvidando
que esa mujer,
es
la única,
que
por amor aguanta sus palizas;
esperando
a que él,
cambie,
y
la cuide como ella en realidad se merecía.
(Pincha aquí para ver más)_ Estados de animo: Durmiendo con su Enemigo
Por desgracia, en estas situaciones, las personas maltratadoras no cambian porque alguien les ame. Ellos tienen heridas tan profundas que expresan en el maltrato... La mujer sólo puede alejarse. Tiene que protegerse. Es un círculo vicioso! :(
ResponderEliminarYa, es muy triste porque aún cuando se alejan, llegan a asesinarlas sin pensar en el sufrimiento de sus hijos.
ResponderEliminarMe has puesto los pelos de punta, pero es la cruda realidad que tenemos hoy en día, por desgracia.Pat
ResponderEliminarLa verdad es que si, pero las mujeres tenemos que unirnos para que estas cosas no pasen.
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