Alguien

Sigo sin entender,

porque me has querido dañar;

reconozco,

que cometí equivocaciones,

pero no puedo volver atrás;

cambiaste de actitud,

no eres aquella persona especial;

que ocupaba gran parte de mis palabras,

a quién quise con sinceridad.

Por ti,

perdí gran parte de mi tiempo,

incluso mi dignidad;

te tenía como alguien importante,

pero un día te vi marchar.

Momentos antes,

tuve miedo,

de que esa situación llegara a pasar;

luchaba día a día,

para no recibir este final;

decidiste correr rápido,

sin importarte,

cuantas lagrimas pude derramar;

en mi soledad me quebraba,

y mis gritos,

decidiste no escuchar.

Ahora te extraña,

que haya cambiado mi forma de ser;

que no sea aquella ingenua,

que mendigaba por tu querer;

que busque otras compañías,

para no estancarme en un ayer;

que sonría sin miedo,

a volver a perder.

Ahora sé,

que necesito alguien,

que resista a mi lado;

que no solo esté,

en mis momentos buenos,

también en los malos.

Alguien,

que al mirarme sepa,

como lo estoy pasando;

Alguien,

que no me haga sentir,

solo una más de su pasado;

Alguien,

que me sorprenda,

cuando peor me esté portando;

sacándome una sonrisa,

entre medias de mi llanto.

Alguien,

que me diga palabras duras,

cuando me esté desviando;

que ruede en su mente,

en gran parte de sus actos.

Alguien,

que no me tome,

solo como una elección más;

sino como una prioridad,

ante todas las demás;

que se enrede en hechos,

y no en promesas;

que me entregue la seguridad,

en vez de tristezas.

Alguien,

que remueva mis cimientos,

sin acechar tormentas;

que sepa reconstruirme,

después de arrollarme la marea;

esa persona,

que evite traicionarme,

y me acepte a su manera.

No te guardo rencor,

deseo que puedas avanzar;

fuiste un aprendizaje,

que he logrado superar;

como yo te he querido,

dudo que lo logres encontrar;

pues quien quiere con el alma,

huella deja en la realidad;

ahora sabrás aceptar,

que me perdiste de verdad.

Cuando recuerdes tus desplantes,

entenderás que no me los merecía;

no podrás rectificar,

pero te servirá en un presente,

como una enseñanza por parte mía.

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