Escúchame,
necesito que hoy,
me hagas una simple
promesa;
que desconectaras,
de tu intensa realidad,
y de cualquier problema
que tengas.
Relájate,
y mírame un solo
instante;
estoy aquí,
no me pienso ir,
aún no es demasiado
tarde.
Necesito que me
estrujes,
entre tu cuerpo;
quiero que me hagas
caminitos,
por toda mi piel,
con la yema de tus
dedos;
necesito que lentamente,
me desnudes a besos;
quiero que me susurres,
tonterías al oído,
y que se transformen en
nuestros secretos.
Hoy quiero,
que nos refugiemos,
debajo de nuestras
sabanas;
que nos fundamos en uno,
hasta que llegue la
mañana;
que sienta que no te
vas,
que a tu lado me
amarras;
que juntamos nuestros
sueños,
en una misma mirada.
Lo necesito,
porque noto que la
rutina,
nos está lentamente
alejando;
echo de menos esos
momentos,
en que me apretabas las
manos;
en las que me decías
guapa,
en las que te
percatabas,
de cada uno de mis
cambios;
en las que me pedías,
que no llore,
porque siempre estarás
a mi lado.
Porque tu y yo,
hicimos de cada rincón,
parte de nuestra
historia;
de cada caricia,
la inspiración de esta
poesía;
de cada momento juntos,
el más especial de mi
vida.
Quiero volver a ser esa
niña,
que entre tus brazos,
se hace mujer;
quiero tu fuego en mi,
hasta que traspase mi
piel;
quiero besar tu boca,
saborear tu dulce miel;
contagiarme de tu risa,
perderme en tu querer.
No quiero dejar de ser:
tu amiga,
tu amante,
tu mujer;
tu mayor apoyo,
parte de tu ser;
quiero que me atrapes,
y me envenenes otra vez;
quiero sentir que me
dueles,
más hoy que ayer.
Sé mi locura,
y te prometo que cada
día,
te enamoraré;
si me dedicas un poco,
más de tu tiempo,
sin dudar me entregaré;
cuenta conmigo,
y yo te escucharé;
quizás no te prometa la
luna,
pero sin que me lo
pidas,
te la bajaré;
dame alas,
y por ti,
muy alto volaré;
soy capaz de todo,
ponme a prueba,
y te lo demostraré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario