Respirando estoy,
mientras voy pisando
tierra hostil;
ampliando mi
argumentación,
intentando sobrevivir;
deshaciéndome de mis
armas,
sin intenciones de huir;
pues aquí estoy,
y no me pienso ir.
Me desnudo,
en medio de este
desierto;
tengo secuestrado el
miedo,
pero no consiento,
que me domine por
dentro;
pues voy a luchar,
es algo que me he
dispuesto;
fuera violencia,
voy a expresar lo que
siento.
Hoy quiero confesar,
que me equivoqué de
guerra;
no era la de mi
alrededor,
sino la de mi interior,
la que aún me mantiene
presa;
no consiste solo en ser,
sino en actuar,
lo que aporta una
respuesta;
no solo está el hablar
o el callar,
sino el escuchar,
e intentar que se
entienda;
y me faltó decirte,
que sigo aquí,
aunque aveces no se
sienta;
que también me puse a
llorar,
en esos momentos,
en que dejé que te
perdieras;
porque te quiero,
aunque dude en
decírtelo,
y muchas veces te duela;
fuiste importante,
aunque ahora nuestra
relación,
siga entre las cuerdas.
Continuo a tu lado,
en cada recuerdo,
que habita en tu
memoria;
hicimos de un lienzo
blanco,
el dibujo de nuestra
propia noria;
aquella que a pesar de
todo,
jamás se ha detenido:
nosotros la manejamos,
aunque aveces,
con diferente sentido.
Déjame adornarlo,
con todos los colores de
mi acuarela;
quiero volver a
aportarte,
esa luz,
que un día brilló en
ella;
sé que será
complicado,
pero poco a poco se
intenta;
se que odias las
segundas partes,
y yo odio que esto se
muera.
No creas que sólo lo
hago por ti,
también lo hago,
sobretodo por mí;
necesito tenerte de
nuevo a mi lado,
para volver a ser feliz;
llámalo necesidad,
pero me cuesta aceptar,
que definitivamente te
perdí;
no te intento obligar,
es más,
ya no voy a volver a
insistir;
pero debía intentarlo,
a pesar de todo lo que
pienses,
tanto yo de ti,
como tu de mi;
no pretendo cambiarlo,
pero saber,
que de alguna manera,
sigues estando ahí;
como lo sigue estando tu
ausencia,
esa que tanto me hizo
sufrir;
te abro ahora mi
corazón,
para que regreses,
y lo vuelvas a pulir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario