Y me preguntan,
porque no quiero irme de
aquí;
probar nuevos aires,
yéndome a otro país.
Me dicen,
que todo no es lo mismo,
que todo va a peor;
que es mejor coger tus
cosas,
y buscar algo nuevo,
para encontrar lo mejor.
Pero no comprenden,
que este es mi hogar;
donde yo nací,
donde aprendí a andar;
donde he crecido,
donde suelo regresar;
mi inspiración,
mi único lugar.
Es tan cierto,
que se me ponen los
pelos de punta,
cuando escucho mi himno;
que me emociono,
cuando veo cada rincón,
y cada uno de sus
sitios;
que me cubro de
nostalgia,
cuando vuelvo a ver a
los míos;
siempre lo tengo
presente,
y esté donde esté,
nunca lo olvido.
Este es mi refugio,
donde me cobijo,
cuando he perdido mi
norte;
mi tierra,
la única que consigue,
incluso lo imposible.
Añoro sus luces,
y cada uno,
de sus parques;
disfruto de sus fiestas,
y de sus costumbres,
que siguen siendo tan
especiales.
No podría estar bien,
sin oler su perfume a azahar;
bañarme entre sus
aguas,
saborear su sal;
esconderme entre sus
montes,
mientras huelo la
libertad;
sintiéndome,
orgullosa de ser hija
del levante;
mientras,
dibujo en acuarela,
cada uno de sus
paisajes.
Así es,
mi querido hogar;
ofrece su calor,
a todos aquellos,
que lo quieran visitar;
no entiende de
diferencias,
todos nos sabemos
respetar;
lo sentimos tan nuestro,
que nos duele,
cuando lo quieren dañar;
porque tiene todo,
y lo sabe aportar;
corre por mis venas,
y mi corazón,
lo logró ocupar;
si me fuera,
lo lloraría sin parar.
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